Concepción, ¿qué te gustaría compartir en el Congreso de los Cuidados?

Al convocarme, me pidieron que hablara sobre los resultados de las cuentas nacionales de transferencias y lo que nos dicen sobre el papel que los cuidados (a las personas mayores y adultas con dependencia, pero también a la primera infancia). Este es el tema que abordaré, comentando también un trabajo que estamos desarrollando para cuantificar y hacer más visible los cuidados formales e informales.

Teniendo en cuenta que el trabajo de cuidados vertebra las sociedades y, al mismo tiempo, expresa y reproduce la desigualdad, ¿por qué crees que es necesario alcanzar un pacto por los cuidados? ¿Qué contenidos debería contener dicho pacto?

Es una pregunta muy amplia. Mi investigación actual se dedica a evaluar el valor del cuidado formal e informal en el conjunto de estado del bienestar, con el fin de valorar:

    • el impacto que tiene el estado del bienestar a lo largo del ciclo vital.
    • la interacción entre políticas públicas, mercado y familia en la provisión del bienestar.

Considero que es esencial esta valoración de cara al diseño del estado del bienestar, de cara a lograr un mejor equilibrio entre la política pública y los otros mecanismos de asignación de recursos que proveen bienestar (mercado y sociedad civil, incluyendo la familia). No es una cuestión fácil ni exenta de discusión, pero esta valoración es un primer paso.

¿Qué agentes deben formar parte de este pacto?

Agentes que diseñan y ejecutan las políticas del estado del bienestar, empresarios, sindicatos, plataformas relevantes de la sociedad civil, etcétera.

Danos un par de razones para estar en Donostia en el Congreso de los Cuidados

Los cuidados son vitales para cualquier ser humano. Pasamos como mínimo un tercio de nuestra vida en estado de dependencia (como niños con seguridad y con mucha probabilidad de mayores). Es algo que afecta al bienestar de todas y todos los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables, y que explica buena parte de la brecha de género.