Miren Elgarresta: “El pacto por los cuidados debe ser integral y entenderse de un modo multidimensional”

Miren, ¿qué te gustaría compartir en el Congreso de los Cuidados?

Me gustaría compartir la importancia del valor integral de los cuidados en todo el ciclo vital de las personas, mujeres y hombres, desde la corresponsabilidad social, económica, cultural, familiar, y la visión de género en cada uno de estos ámbitos

Teniendo en cuenta que el trabajo de cuidados vertebra las sociedades y, al mismo tiempo, expresa y reproduce la desigualdad, ¿por qué crees que es necesario alcanzar un pacto por los cuidados? ¿Qué contenidos debería contener dicho pacto?

Considero que la sociedad actual no otorga suficiente valor a los cuidados. En primer lugar, porque ha sido una labor, hasta hace relativamente poco tiempo, relegada al ámbito doméstico no remunerado y asumido exclusivamente por las mujeres durante un período en el que culturalmente el principal proveedor familiar era el hombre; en resultas, esta labor desempeñada por las mujeres no era considerada un desempeño profesional. Esta manera de entender los cuidados se mantiene en la actualidad, a modo de lastre, a pesar de que nuestra sociedad ha vivido cambios significativos y nada tiene en qué parecerse a tiempos pasados. 

Hoy, una parte importante de los cuidados ha logrado visibilizarse, primero por la apuesta de las mujeres para acceder al mercado laboral y, por ende, participar en la esfera pública; y segundo, a través de los servicios, privados y públicos, asumidos por terceras personas, empresas, organismos del tercer sector y las instituciones; este cambio de paradigma ha hecho posible la profesionalización de los cuidados y la valorización económica de una parte importante de ellos, la cual, durante mucho tiempo, ha formado parte de la llamada economía sumergida.

El pacto debe ser de carácter integral. Debe entenderse de un modo multidimensional, de gestión individual y colectiva, ambas desde la corresponsabilidad, de mujeres y hombres, familiar y comunitaria, pública y privada, etcétera. Creo que deben superar aspectos que aún persisten en nuestra sociedad avanzada, como la exclusividad de la feminización y familiarización de los cuidados, y evolucionar hacia la interconexión corresponsable de los distintos ámbitos y agentes en función de las necesidades que surgen en el curso vital de las personas.

¿Qué agentes deben formar parte de este pacto?

Hay cuatro pilares centrales en la provisión: el Estado, las familias, los mercados y las organizaciones comunitarias, que se articulan –y, eventualmente, se compensan– entre sí. Conforman lo que Shahra Razavi (2007) denominó como un “diamante de cuidado”, una figura que simboliza la interacción entre estos cuatro “pilares” de la organización del cuidado.

Danos un par de razones para estar en Donostia en el Congreso de los Cuidados

Hoy el “cuidado” es un tema de actualidad. No deja indiferente a nadie por cuanto es un tema que atraviesa cada una de las facetas de nuestra vida tanto pública como privada. Gran parte de nuestra actividad en el espacio público depende de una gestión previa del cuidado tanto personal como colectivo; desde el auto-cuidado, personal, individual, al cuidado de “otros”, padres, hijos,..familia en general, y del cuidado comunitario, laboral, social, etcétera.

La centralidad del cuidado en la actualidad anuncia un momento de cambio y transformación en nuestra sociedad. Uno de los factores de mayor incidencia en ese cambio es aquel que insta a las personas a la corresponsabilidad del cuidado en términos de igualdad de mujeres y hombres; no menos importante es el factor económico ligado a la externalización de parte de los cuidados tradicionalmente entendidos y gestionados en el ámbito familiar como trabajo no remunerado. 

Concepción Patxot: “Los cuidados afectan a todas las personas y explica buena parte de la brecha de género”

Concepción, ¿qué te gustaría compartir en el Congreso de los Cuidados?

Al convocarme, me pidieron que hablara sobre los resultados de las cuentas nacionales de transferencias y lo que nos dicen sobre el papel que los cuidados (a las personas mayores y adultas con dependencia, pero también a la primera infancia). Este es el tema que abordaré, comentando también un trabajo que estamos desarrollando para cuantificar y hacer más visible los cuidados formales e informales.

Teniendo en cuenta que el trabajo de cuidados vertebra las sociedades y, al mismo tiempo, expresa y reproduce la desigualdad, ¿por qué crees que es necesario alcanzar un pacto por los cuidados? ¿Qué contenidos debería contener dicho pacto?

Es una pregunta muy amplia. Mi investigación actual se dedica a evaluar el valor del cuidado formal e informal en el conjunto de estado del bienestar, con el fin de valorar:

    • el impacto que tiene el estado del bienestar a lo largo del ciclo vital.
    • la interacción entre políticas públicas, mercado y familia en la provisión del bienestar.

Considero que es esencial esta valoración de cara al diseño del estado del bienestar, de cara a lograr un mejor equilibrio entre la política pública y los otros mecanismos de asignación de recursos que proveen bienestar (mercado y sociedad civil, incluyendo la familia). No es una cuestión fácil ni exenta de discusión, pero esta valoración es un primer paso.

¿Qué agentes deben formar parte de este pacto?

Agentes que diseñan y ejecutan las políticas del estado del bienestar, empresarios, sindicatos, plataformas relevantes de la sociedad civil, etcétera.

Danos un par de razones para estar en Donostia en el Congreso de los Cuidados

Los cuidados son vitales para cualquier ser humano. Pasamos como mínimo un tercio de nuestra vida en estado de dependencia (como niños con seguridad y con mucha probabilidad de mayores). Es algo que afecta al bienestar de todas y todos los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables, y que explica buena parte de la brecha de género.

Marta Segura: “Un pacto por los cuidados garantiza la sostenibilidad del sistema y evita inequidades territoriales”

Marta, ¿qué te gustaría compartir en el Congreso de los Cuidados?

Mi contribución en este Congreso sobre Cuidados se contextualiza en la mesa de debate dedicada a “Políticas de cuidados en Euskadi, Europa y el Mundo. Por una agenda global”. Desde ahí, me gustaría reflexionar sobre la desinstitucionalización, la búsqueda de la equidad territorial o la reducción de los costes de oportunidad de las y los cuidadores, entre otros temas.

Teniendo en cuenta que el trabajo de cuidados vertebra las sociedades y, al mismo tiempo, expresa y reproduce la desigualdad, ¿por qué crees que es necesario alcanzar un pacto por los cuidados? ¿Qué contenidos debería contener dicho pacto?

Pienso que es necesario un pacto por los cuidados para poder garantizar la sostenibilidad del sistema, así como evitar inequidades territoriales.

¿Qué agentes deben formar parte de este pacto?

Administraciones (central, autonómica, local), entidades proveedoras de servicios, sindicatos, colegios profesionales, asociaciones de usuarios y usuarias, y familiares.

Danos un par de razones para estar en Donostia en el Congreso de los Cuidados

En primer lugar, porque hay que avanzar en el campo de los cuidados y, para hacerlo, necesitamos compartir y aprender buenas prácticas. Es lo que vamos a hacer en el Congreso.

Joan Costa: “Mientras no haya un sistema de cuidados eficiente, el resto de servicios sociales tampoco lo será.”

Joan, ¿qué te gustaría compartir en el Congreso de los Cuidados?

En el marco de la sostenibilidad de los cuidados, me gustaría compartir ideas sobre cómo financiar los cuidados para que sean económicamente sostenibles.

Teniendo en cuenta que el trabajo de cuidados vertebra las sociedades y, al mismo tiempo, expresa y reproduce la desigualdad, ¿por qué crees que es necesario alcanzar un pacto por los cuidados? ¿Qué contenidos debería contener dicho pacto?

En mi opinión, mientras no haya un sistema de cuidados eficiente, el resto de servicios sociales tampoco lo serán. Además, compromete el bienestar tanto de personas cuidadoras como de personas cuidadas.

¿Qué agentes deben formar parte de este pacto?

El Estado, la sociedad civil, proveedores de servicios, aseguradoras, etcétera.

Danos un par de razones para estar en Donostia en el Congreso de los Cuidados

Desde el ámbito en el que yo participo, diría que es un espacio muy interesante para aportar ideas que pueden ser útiles sobre el “cómo” y el “porqué” financiamos los cuidados.

Txetxu Ausín: “Plantear públicamente la necesidad de un pacto de cuidados es enfocar la vida social y política de modo realista.”

Txetxu, ¿qué te gustaría compartir en el Congreso de los Cuidados?

Me gustaría compartir la reflexión que desde la filosofía pone el cuidado como eje central de la ética y de la política en la medida en que la vida humana es inconcebible sin relaciones de cuidado. Sin cuidados no habría ni organización social, ni económica, ni cultural, ni política. Somos personas interdependientes y, por ello, cuidamos y nos cuidan.

Teniendo en cuenta que el trabajo de cuidados vertebra las sociedades y, al mismo tiempo, expresa y reproduce la desigualdad, ¿por qué crees que es necesario alcanzar un pacto por los cuidados? ¿Qué contenidos debería contener dicho pacto?

Es bien conocido que nos enfrentamos a una crisis de los cuidados. El enorme logro social que es la longevidad y el aumento de la esperanza de vida se une a una disminución de la tasa de fecundidad, a los nuevos modelos de familia, a la incorporación de la mujer al mercado de trabajo y a la falta de corresponsabilidad de los hombres (según el FMI el PIB global crecería el 4% solo si el trabajo no pagado estuviese mejor repartido). 

A esto se suman los recortes en el estado del bienestar y las ayudas públicas. Todo ello produce un desequilibrio creciente entre la necesidad de cuidados (para 2050 se prevé en España el triple de población que supere los 80 años) y su provisión. Pocas personas podrán satisfacer sus necesidades de cuidados a través de un mercado que, a su vez, produce desigualdad (subempleo, aislamiento y soledad, enfermedad…). Por ello, hay que reconocer el cuidado como un bien público, cuidar del cuidado, y buscar el modo de organizarse colectivamente.

El pacto por los cuidados debería incidir en la centralidad de los cuidados para la reproducción social y, por tanto, en la necesaria redistribución de los cuidados a través de instituciones, organizaciones y personas. Según Eva Feder Kittay, “a cada cual, según su necesidad de cuidado, de cada cual de acuerdo a su capacidad de cuidar, y el apoyo de las instituciones sociales para poner a disposición de los que prestan atención y cuidado, recursos y oportunidades”.

¿Qué agentes deben formar parte de este pacto?

Instituciones, empresas, tercer sector y ciudadanía. Si bien el pacto debe impulsarse desde las instituciones, en colaboración con la empresa y las organizaciones de la sociedad civil, especialmente aquellas vinculadas a los servicios sociales, en última instancia se trata de un pacto “social” que requiere compromisos comunitarios para abordar la crisis de los cuidados y una nueva forma de re-vinculación social.

Danos un par de razones para estar en Donostia en el Congreso de los Cuidados

Vivir en sociedad es, en última instancia, cuidarse mutuamente. Poner los cuidados en el centro de la reflexión y de las políticas públicas es indispensable para la reproducción social. Y plantear públicamente la necesidad de un pacto de cuidados es enfocar la vida social y política de modo realista. Como dice Joan Tronto: “Queremos democracia: y eso significa compartir entre todas y todos, de manera igual y justa, las penas y las alegrías que implican los cuidados”.

Amaia Antxustegi: “Es importante reconocer la aportación de las mujeres en los cuidados.”

Amaia, ¿qué te gustaría compartir en el Congreso de los Cuidados?

La importancia de los mismos. El reto que supone no solamente para la administración sino también para el conjunto de la sociedad. Y los proyectos que tiene en este sentido la Diputación Foral de Bizkaia.

Teniendo en cuenta que el trabajo de cuidados vertebra las sociedades y, al mismo tiempo, expresa y reproduce la desigualdad, ¿por qué crees que es necesario alcanzar un pacto por los cuidados? ¿Qué contenidos debería contener dicho pacto?

Es necesario reconocer el trabajo de cuidados. Hasta hace poco era una tarea invisibilizada que quedaba en el ámbito familiar, cargando el peso del mismo en las mujeres. Y así sigue siendo, en muchas ocasiones, con la doble carga de trabajar dentro y fuera de casa y sus consecuencias sobre las mismas, entre otros, a nivel emocional. 

Es importante sensibilizar y concienciar sobre la aportación de las mujeres en este ámbito, sobre todo, el de nuestras madres y abuelas. Su contribución ha hecho que estemos donde estamos y que gocemos del nivel de bienestar que tenemos. Es importante ese reconocimiento; a partir de ahí, los cuidados hay que enfocarlos desde una perspectiva comunitaria, pero también de forma conjunta y transversal entre las administraciones, en este caso desde el punto vista social y sanitario, principalmente. Al mismo tiempo debemos contar ineludiblemente con la experiencia y conocimiento de las entidades del Tercer Sector.

¿Qué agentes deben formar parte de este pacto?

Administración Pública, Tercer Sector y la sociedad en general.

Danos un par de razones para estar en Donostia en el Congreso de los Cuidados

Me parece un tema lo suficientemente importante como para participar en el mismo y poder compartir experiencias y proyectos con otras administraciones y agentes implicados.

Brígida Argote: “El modelo de cuidados tradicional está en crisis.”

Brígida, ¿qué te gustaría compartir en el Congreso de los Cuidados?

Somos seres sociales e interdependientes. Las personas nos necesitamos, unas de otras para la supervivencia de la especie; es decir, el cuidado es indispensable para mantener la vida y reproducirla, y nos constituye como seres humanos. Todos los seres humanos, en diferentes momentos de nuestra vida necesitamos de los cuidados. Los cuidados tenían lugar en el hogar, donde era la mujer la que ejercía el cuidado de los hijos e hijas, del esposo, de los padres; sin embargo, la obligación de cuidar se extiende más allá de lo privado y adquiere una dimensión pública.

Teniendo en cuenta que el trabajo de cuidados vertebra las sociedades y, al mismo tiempo, expresa y reproduce la desigualdad, ¿por qué crees que es necesario alcanzar un pacto por los cuidados? ¿Qué contenidos debería contener dicho pacto?

El modelo de cuidados tradicional está en crisis y requiere un cambio estructural en los modelos de bienestar. Ha pasado de ser un valor privado a ser un valor público y debe cultivarse en todos los espacios donde se dan las relaciones humanas: además de en la familia, en las profesiones, la administración, la política, los comercios… y, puesto que la necesidad de cuidados es básica, habrá que reconocer el derecho universal a ser cuidados, pero también un deber universal de cuidar. Por ello, es necesario alcanzar un pacto desde un enfoque de derechos, con perspectiva de género, un modelo de vida independiente centrado en la persona, con un enfoque comunitario, de forma que las personas que necesitan cuidados puedan recibirlos en su domicilio, con los apoyos que necesite.

¿Qué agentes deben formar parte de este pacto?

Desde una política transversal de los cuidados, deben formar parte todos los sectores: salud, servicios sociales, vivienda, empleo, tercer sector, urbanismo, justicia, familia y comunidad.

Danos un par de razones para estar en Donostia en el Congreso de los Cuidados

Porque el modelo actual está cuestionado ya que la sociedad está cambiando y es necesario tratar y conocer las propuestas sobre un modelo de cuidados innovador, de calidad y sostenible. De esto trata el contenido del Congreso, y hay que caminar hacia un consenso sobre ello.

Las políticas sociales de transición: cuando escalar es innovar

Las políticas sociales de transición se definen como estrategias, programas y acciones que persiguen un cambio incremental y progresivo en el modelo de atención y cuidado. Estas políticas abarcan cinco dimensiones fundamentales:

    1. Futuros: se enfocan en diseñar el futuro a largo plazo, utilizando herramientas como observatorios para analizar tendencias y crear escenarios.
    2. Gobernanza: fomentan la colaboración y la participación en la toma de decisiones, involucrando a usuarios, familias y profesionales a través de mesas de diálogo civil, think tanks y espacios participativos.
    3. Experimentación: apoyan la prueba de nuevas ideas en situaciones reales y controladas para entender su impacto en el cambio del modelo de cuidados, utilizando herramientas como incubadoras y laboratorios.
    4. Evaluación: se basan en la monitorización y la evaluación continua, centrándose en el análisis de coste-beneficio, el impacto en la calidad de vida y el avance hacia modelos de atención más equitativos y comunitarios. Esto se logra a través de herramientas como monitores de transición, comisiones y agencias de evaluación de los cuidados.
    5. Escalado: promueven la expansión de innovaciones exitosas y su transferencia entre organizaciones e instituciones. Buscan estandarizar y difundir innovaciones efectivas mediante el uso de aceleradoras y hubs de escalado.

Las cinco dimensiones se desarrollan en un entorno de continua innovación. La innovación consiste en concebir y aplicar soluciones nuevas que generen cambios progresivos en el modelo de atención y cuidado. Estas soluciones son colaborativas, participativas, responsables y sostenibles. Guiada por una agenda de transiciones, la innovación en el modelo de cuidados busca un futuro mejor, promoviendo cuidados equitativos, personalizados, integrados, preventivos, comunitarios, sostenibles y centrados en el hogar.

El concepto de escalado de innovaciones engloba varias formas de ampliar el impacto de nuevas ideas como, por ejemplo:

  • Cobertura. Significa aumentar el número de personas beneficiadas por una innovación, ya sea un producto, servicio o método desarrollado por una organización o institución.
  • Transferencia. Se refiere a llevar innovaciones a diferentes organizaciones o ubicaciones geográficas. Esto ocurre cuando una entidad adopta o adapta una innovación creada por otra.
  • Políticas. El escalado implica integrar innovaciones efectivas en instituciones públicas. Esto requiere cambios en estructuras institucionales, normativas y políticas para impulsar transformaciones graduales en el modelo de cuidados.

En el contexto de los cuidados, el escalado emerge como una estrategia poderosa para asegurar que las innovaciones tengan un impacto significativo en la atención y el cuidado a largo plazo.

Zaintza HerriLab: Impulsando un Nuevo Modelo de Cuidados

En 2022, gracias a un acuerdo estratégico entre el Departamento de Cuidados y Políticas Sociales de la Diputación Foral de Gipuzkoa y la Dirección de Servicios Sociales del Gobierno Vasco, nació el Hub de Escalado Zaintza HerriLab. Este hub se enfoca en coordinar servicios de salud, servicios sociales y servicios comunitarios para promover un innovador modelo de atención en el hogar dirigido a personas mayores frágiles y dependientes (mayores de 65 años). Sus cuatro actividades clave son:

Monitorización. Se encarga del seguimiento de proyectos en 12 ecosistemas locales de cuidados, evaluando eficiencia, gobernanza, innovación e impacto. Además, se genera una Guía de Monitorización.

    1. Sistematización. Documenta y estandariza innovaciones en el cuidado, incluyendo aspectos sociales, tecnológicos, institucionales y culturales. También se crea un Banco de Herramientas para la Innovación de los Cuidados.
    2. Evaluación. Realiza evaluaciones piloto para medir el impacto de la gobernanza, innovación y la calidad de vida de los usuarios. Una experiencia piloto está en marcha en el Pasaia HerriLab. También se produce una Guía de Evaluación.
    3. Escalado. Impulsa una Red de Aprendizaje y Transferencia que organiza encuentros, jornadas técnicas y futuros seminarios de transferencia. Se busca establecer una Red de Aprendizaje y Transferencia territorial.

En resumen, el escalado de innovaciones es una estrategia eficiente en las políticas de transición. Evita duplicar esfuerzos y recursos al transferir y replicar innovaciones probadas en lugar de financiar iniciativas similares en múltiples lugares. El escalado, al expandir innovaciones probadas y sistematizadas, se convierte en una poderosa herramienta para transformar el modelo de cuidados hacia un futuro más prometedor. Escalar, en esencia, es una forma de innovar de manera más efectiva y sostenible.